lunes, 10 de agosto de 2015

REFLEXIONES SOBRE LA ENSEÑANZA DEL AJEDREZ

     La dinámica social, actualmente supedita a la educación venezolana exigiéndole cambios que respondan al contexto político, cultural, económico, tecnológico y científico donde se encuentra inmerso.  Ante tal compromiso,  es necesario que la educación permita avances en un proceso didáctico que esté centrado en la formación de docentes que eduquen al alumno integralmente,  o desde una perspectiva biopsicosocial. 
     Es un hecho cierto,  que se exige al docente tener un perfil personal, profesional y social, por este motivo, éste debe desarrollar habilidades y destrezas en la práctica, tales como: dominio de contenidos, uso de estrategias innovadoras, dominio de grupo, actitud afable, adecuado desempeño en aula, entre otros. , que lo caractericen como facultado para educar.  
 No obstante, existen desaciertos en las dinámicas de aprendizajes del docente frente a su propia formación y capacitación cuando postergan cambiar al ritmo de los avances educativos, situación ésta que los acerca a prácticas rutinarias, desactualizadas y los aleja en el proceso de construcción de un perfil del “ser”, de su propio desarrollo humano, y por consecuencia hacia el desarrollo interpersonal de sus estudiantes.
     Frente a esta problemática,  la enseñanza del ajedrez, también constituye unos de los elementos que el docente ha dejado a un lado como herramienta pedagógica valiosa para el aprendizaje, dado que la mayoría desconoce la dinámica del juego, en ocasiones por considerar,  que es un juego tranquilo difícil de aprender, y donde dos personas permanecen sentados por algún tiempo moviendo una u otra pieza, en lugar de concebir que representa una acción productiva para pensarlo como un bien educativo para la adquisición de buenas conductas y el desarrollo de la personalidad del niño.

     Además, de acuerdo con Blanco, (2004), el ajedrez es un recurso didáctico que favorece “…habilidades cognitivas…tales como la verbal y la numérica” (p.9).  Es decir, que estimula los procesos lógico matemáticos mediante la capacidad de abstracción, el pensamiento crítico-reflexivo,  la tolerancia, la toma de decisiones y la aceptación de reglas compuestas por la posibilidad de ganar, perder, empatar y aprehender.  (Pereira, sin fecha). 
     Esto significa, que el ajedrez socializa formando en el niño y niña una personalidad configurada en el respeto y el equilibrio al competir  con la personalidad del otro,  uniendo las inteligencias, los sentimientos y las emociones en un acto de conciliador. 




lunes, 15 de junio de 2015

EXPOSICIÓN DE RECURSOS DIDÁCTICOS A PARTIR DE MATERIAL DE PROVECHO

Muestra de Instituciones Educativas de algunos Municipios 
PARTICIPACIÓN EN JORNADA DE AJEDREZ 



Exposición de Recursos Didácticos